Cáritas en Portugalete


Los cristianos pensamos que creer es comprometerse; creemos en un Dios Padre de todos, que defiende la dignidad suprema de la vida de cada persona, que en la vida y en la muerte de Jesús nos hizo entender que los preferidos de Dios son los excluídos por la injusticia.


Nuestro compromiso deriva de modo natural de nuestra fe, vivida en las comunidades cristianas. Éstas forman la Diócesis, por eso hablamos de Cáritas Diocesana, que junto con las Cáritas vecinas, forman la Cáritas de Euskadi y con otras Cáritas diocesanas, la confederación Cáritas Española.

 

Al servicio de los pobres

No queremos trabajar por ellos, sino con ellos y junto a ellos. Por eso los medios también tienen importancia:no nos interesan tanto los grandes proyectos, que exigen financiación diversificada, como el uso eficaz de los medios que aportan las comunidades.

 

Promoviendo la Justicia

Sabemos que la palabra caridad está manchada por prácticas históricas de humillación a los excluídos. Pero mantenemos que el verdadero amor al prójimo está en la cercanía, en la defensa de sus derechos y en el esfuerzo por su promoción integral. 

 

Impulsada por voluntarios 

El compromiso brota del deseo de seguir a Jesús. El voluntariado es quien mejor expresa que “lo que hemos recibido gratis, gratis hemos de darlo a los demás”. Sin personas voluntarias no hay Cáritas. Por tanto el voluntariado debe ser reconocido, recibir una formación adecuada y participar en la toma de decisiones.

 

Cuidando el trato humano

Las personas que acuden a Cáritas no son “casos” que hay que atender de manera técnicamente correcta. Son personas y colectivos que buscan desarrollar su capacidad de tomar decisiones maduras y asumir el control de su propia vida.

 

Abierta a todos los pueblos

Aunque el ámbito natural de su acción es Bizkaia, la interdependencia económica, social y política del mundo nos lleva a trabajar por hacer realidad el proyecto de fraternidad universal que emana del Evangelio.